La política colombiana se encuentra en un torbellino de intrigas tras la revelación de audios comprometedores que involucran al exministro Álvaro Leyva en un plan para destituir al presidente Gustavo Petro. En estas grabaciones, Leyva menciona la necesidad de “sacar” al mandatario, señalando contactos con congresistas republicanos de Estados Unidos para obtener apoyo. Leyva, en el pasado cercano a Petro, parece haber cruzado el umbral hacia la oposición tras su salida del Gobierno. El escándalo se intensificó con cartas públicas de Leyva donde cuestionaba la capacidad del presidente, alegando problemas de salud. Estas maniobras, junto con la implicación de figuras clave como Vicky Dávila y la vicepresidenta Francia Márquez, han exacerbado las divisiones internas y plantean serias dudas sobre la estabilidad política del país.
Las grabaciones han generado una crisis de confianza en el núcleo del poder político en Colombia. Francia Márquez, mencionada como parte del plan en los audios, se enfrenta a la exigencia de Petro para que aclare su posición públicamente, algo que ha declinado hacer. Mientras tanto, Leyva defiende su inocencia, alegando que sus comentarios fueron parte de una conversación privada y cuestionando la legalidad de las grabaciones. El viaje de Leyva a Nueva York para buscar apoyo en la Casa Blanca y sus diálogos con asesores republicanos están documentados, aunque los congresistas involucrados han negado implicaciones en un golpe. El actual escenario planteado por Leyva y sus acusaciones contra el presidente parecen oscurecer más el panorama político, profundizando las preocupaciones sobre la estabilidad y el futuro de Colombia bajo el liderazgo de Petro.
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