Más de 2.000 personas se han congregado en las calles de Madrid para levantar su voz en defensa de Las 6 de La Suiza. Convocada por la CNT y la Plataforma Madrid por Las 6 de La Suiza, esta manifestación no solo representa un acto de solidaridad, sino una contundente respuesta contra la criminalización del sindicalismo y la lucha por condiciones laborales dignas.
«Que no, que no, que no aceptamos esta sentencia, queremos la absolución», coreaban los miles de asistentes. Este clamor refleja una realidad preocupante: la lucha por la dignidad laboral se ha convertido en un escenario donde los intereses capitalistas parecen siempre salir beneficiados.
La indignación no se limita a las personas condenadas y a los manifestantes, sino que engloba a toda la clase trabajadora. Unidos en una marea de solidaridad, han dejado claro este 8 de febrero en las calles de Madrid lo que está en juego. No solo la CNT ha alzado la voz; numerosos sindicatos se han unido a esta protesta, conscientes de las repercusiones que la sentencia puede tener para cualquier trabajador que desafíe el statu quo.
El eco de la marcha resuena no solo en Madrid, sino en todo el país. «Hacer sindicalismo no es delito», «compañeras de Gijón, absolución», «nos tocan a una, nos tocan a todas», son las consignas que llenan las calles, unidas en un único mensaje de resistencia. La fuerza de la protesta reside no solo en el número de manifestantes, sino en la convicción de que permitir una injusticia de tal magnitud expone a todos los trabajadores a las mismas amenazas. La solidaridad con Las 6 de La Suiza no es solo un acto de apoyo, sino una declaración clara: no estamos dispuestos a retroceder.
Estamos ante un momento decisivo, y la lucha aún está lejos de concluir. La sentencia contra Las 6 de La Suiza trasciende lo individual y personifica un sistema que busca silenciar a quienes alzan la voz, un poder que percibe la organización de los trabajadores como una amenaza a su dominio. En este contexto, la solidaridad no es solo un gesto altruista, sino una necesidad acuciante. Los trabajadores deben unirse más que nunca, ya que lo que está en juego no es solo la libertad de unas compañeras, sino la libertad de todos aquellos que defienden el derecho a una vida y condiciones laborales dignas.
Fuente: CNT