Robert Francis Prevost, elegido como el nuevo papa León XIV, ha destacado su preocupación por la revolución digital y los desafíos sociales que plantea. En su primer discurso oficial, explicó que eligió el nombre en honor a León XIII, el pontífice del siglo XIX conocido por su encíclica «Rerum Novarum», la cual abordó las cuestiones sociales derivadas de la revolución industrial. Prevost tiene una clara vocación política y social, centrada en atender problemas como la desigualdad, el salario digno y los abusos del capitalismo, siguiendo así el camino de su predecesor, el papa Francisco. Además, ha reafirmado su compromiso con las reformas del Concilio Vaticano II para acercar la Iglesia al mundo actual.
El cónclave que eligió a León XIV fue rápido y decisivo, resolviéndose en menos de 24 horas. Aunque considerado secreto, se ha conocido que Prevost recibió un fuerte apoyo, superando con creces los votos necesarios en la cuarta votación. Pietro Parolin, otro de los favoritos, quedó rápidamente descartado al no cumplir con las expectativas previas. Este cambio recuerda al cónclave de 2013, donde el eventual papa Francisco también avanzó rápidamente a pesar de no ser el favorito inicial. Parolin, colaborador cercano de Prevost, ha elogiado públicamente su capacidad y enfoque conciliador, augurando un liderazgo prometedor para la Iglesia católica.
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