Un informe del «think tank» EPIC ha revelado preocupaciones significativas sobre la lentitud con la que la Unión Europea (UE) aborda sus desafíos actuales. Según el documento, mantener el statu quo podría hacer que la UE se quede rezagada frente a otras potencias mundiales. El ex presidente del Banco Central Europeo, expresando frustración, advierte que un cambio real necesita rapidez, con resultados concretos en meses en lugar de años. Esta crítica subraya la necesidad de una mayor agilidad en la toma de decisiones y ejecución de políticas, especialmente en áreas críticas como tecnología e innovación.
El informe también destaca la importancia de enfrentar las demandas globales con una estrategia ambiciosa y dinamismo renovado. La falta de velocidad en la implementación de cambios podría afectar negativamente la competitividad y relevancia de la UE en la escena internacional. El llamado a la acción resuena entre los líderes europeos, instándolos a adoptar un enfoque más proactivo y eficiente para posicionar a la UE de manera relevante en el futuro cercano. La urgencia de estos cambios se convierte en un punto crucial para evitar el riesgo de quedar atrás en un mundo cada vez más acelerado.
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