Leire Díez, militante del PSOE, se presentó en la sede nacional del partido para defenderse tras la apertura de un expediente informativo en su contra. La medida surge por sus reuniones con empresarios y abogados donde presuntamente ofreció tratos favorables para obtener información comprometida de la Unidad Central Operativa (UCO). Díez insiste en que su intención era recopilar material para un libro de investigación, mientras la Guardia Civil mantiene investigaciones que salpican a miembros del Gobierno. La situación ha generado tensiones dentro del partido, y líderes socialistas exigen acciones contundentes ante lo que ven como un daño a la reputación de la formación.
El PSOE está evaluando la posibilidad de un expediente disciplinario que podría culminar en su expulsión. Mientras tanto, Díez niega haber actuado en nombre del partido y asegura que compartirá su investigación para esclarecer su posición. El caso ha tomado mayor relevancia debido a la presión interna y pública, con figuras políticas demandando una respuesta rápida y decisiva. En paralelo, Correos desmintió cualquier relación de Díez con el manejo del voto por correo en elecciones pasadas, tratando de esclarecer su papel dentro del partido y en organismos estatales donde ocupó cargos previos.
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