La destacada nadadora alcanzó su séptima medalla de oro en la misma prueba desde que comenzó su racha triunfal en Barcelona 2013, consolidando su lugar como una de las atletas más dominantes en la historia de los Mundiales. Este logro también marca su trigésima medalla en estas competiciones, un hito que subraya su consistencia y habilidad en el agua a lo largo de los años. Su desempeño ha sido un testimonio de dedicación y talento, capturando la atención de aficionados y expertos por igual.
En una competencia reñida, McIntosh se quedó con el bronce después de ser superada por Lani Pallister, quien se aseguró una meritoria medalla por su desempeño. La rivalidad y el elevado nivel competitivo fueron evidentes desde el inicio de la prueba, ofreciendo un espectáculo emocionante a los espectadores. La actuación de estas nadadoras resalta el talento emergente en el deporte, prometiendo futuras competiciones llenas de emoción y rivalidad.
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