Tras las elecciones presidenciales del 2 de junio en México, la Bolsa Mexicana de Valores y el peso mexicano han sufrido caídas significativas. La fuente de esta inestabilidad ha sido la obtención de la mayoría calificada por el partido Morena en la Cámara de Diputados, lo cual posibilita reformas constitucionales sin necesidad de negociar con la oposición. Esta situación ha desatado un debate sobre las implicaciones económicas de dichas reformas y el papel de los mercados como contrapeso. La historia reciente, como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México en 2018, sugiere que decisiones políticas pueden afectar negativamente la percepción del riesgo-país y la inversión, exacerbando la inestabilidad financiera y económica a largo plazo.
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