La esperada corrida de los Lozano destacó en el ruedo por su calidad, reafirmando su reputación en la categoría taurina. Uno de los momentos más comentados fue el encuentro del Fandi con un toro extraordinario. Aunque el potencial era evidente, la actuación no estuvo a la altura de las expectativas, dejando una sensación de oportunidad desperdiciada. Por su parte, Daniel Luque y Juan Ortega mostraron destellos de maestría, pero fue evidente que los aceros no acompañaron para convertir su esfuerzo en premios concretos.
Héctor Galván, quien se encontraba entre los destacados, también se vio afectado por la falta de eficacia con el estoque, lo que le impidió alcanzar el reconocimiento que algunos consideraban merecido. Ginés Marín, en una actuación correcta, logró mantener el interés, pero sin llegar a sobresalir. La jornada, cargada de expectativas, dejó una mezcla de actuaciones notables y otras que no alcanzaron el potencial prometido, subrayando la importancia del manejo de los aceros en el desenlace de la lidia.
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