El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha declarado que su país «no tiene nada que esconder» en el contexto de las tensiones geopolíticas actuales. En una conferencia de prensa en Moscú, Lavrov aseguró que Rusia ha sido transparente en sus acciones y decisiones, rechazando las acusaciones de comportamiento provocador o encubrimiento por parte del Kremlin. Estas declaraciones llegan en un momento crítico, en el que las relaciones entre Rusia y varias naciones occidentales se han deteriorado significativamente.
Lavrov también acusó a Occidente de aplicar un doble rasero al juzgar las acciones de Rusia y resaltó lo que considera una hipocresía en la política internacional. Según el ministro, las naciones occidentales critican a Rusia mientras ignoran o justifican acciones similares realizadas por sus propios gobiernos o aliados. Las declaraciones subrayan una vez más la creciente división entre Rusia y Occidente, en medio de preocupaciones persistentes sobre conflictos territoriales y la influencia militar y política de Moscú en el escenario mundial.
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