El sector de las telecomunicaciones se adentra en una etapa de desafíos y oportunidades, marcada por la comoditización de sus servicios, presión sobre los ingresos y necesidad constante de inversiones en infraestructuras. A pesar de las dificultades, se proyecta que el sector crecerá a un ritmo del 2,9% anual hasta 2028, impulsado principalmente por el aumento de clientes y el auge de tecnologías como el 5G, el Acceso Inalámbrico Fijo (FWA) y el Internet de las Cosas (IoT), según revela el informe Global Telecom Outlook de PwC, presentado en el World Mobile Congress.
Con un crecimiento del 4,3% en 2023, alcanzando ingresos de 1,1 billones de dólares, la industria observa un horizonte de moderada expansión, aunque desigual entre servicios y mercados. La banda ancha y los servicios móviles verán incrementos anuales del 3,8% y 4,8% respectivamente, mientras que los servicios de voz disminuirán un 1,8% anualmente, debido a la tendencia hacia la mensajería y VoIP.
Las regiones emergentes como India (17,2%), Nigeria (9,2%) y Malasia (9%) liderarán el crecimiento, contrastando con el mercado español, donde los ingresos de telefonía fija y servicios móviles mostrarán aumentos modestos. En España, los ingresos de telefonía fija crecerán solo un 0,3% hasta 6.500 millones de dólares en 2028, y los servicios móviles aumentarán un 1,5% hasta 12.400 millones de dólares.
En el ámbito tecnológico, a pesar de su adopción lenta, el 5G tendrá un crecimiento vertiginoso, con suscripciones que se multiplicarán de 1.790 millones en 2023 a 7.510 millones en 2028, constituyendo el 64% de las líneas móviles. A su vez, el FWA despuntará como la tecnología de banda ancha de más rápido crecimiento, con un aumento acumulado del 18,3% anual, aunque apenas representará el 6% de las suscripciones de banda ancha en 2028. Países como EE.UU., China, India, Australia y Sudáfrica verán en el FWA una alternativa viable a la fibra óptica en zonas rurales.
Las inversiones también serán fundamentales para el desarrollo del sector. Se prevé que el capex aumente un 2,4% anual entre 2024 y 2028, inicialmente impulsado por la expansión de la fibra óptica y posteriormente por la llegada del 6G.
En cuanto a nuevas oportunidades, el IoT está emergiendo como un pilar estratégico, especialmente en el ámbito de los vehículos inteligentes y la digitalización de la movilidad, con un incremento esperado en los ingresos de IoT en automoción del 15,8% anual hasta 2028. Por otro lado, la inteligencia artificial promete optimizar el negocio, aunque su adopción en el sector aún es limitada. La IA tiene el potencial de mejorar la gestión del espectro y optimizar redes, además de personalizar servicios.
Frente a márgenes ajustados, competencia feroz y retos regulatorios, las operadoras deberán reinventarse. La clave pasará por optimizar el negocio residencial con IA, capitalizar el mercado B2B, monetizar el 5G y expandir servicios como el FWA y el IoT. Además, asegurar una transición estratégica hacia el 6G será crucial.
En definitiva, el sector de las telecomunicaciones deberá no solo evolucionar, sino transformarse profundamente para seguir siendo un pilar indispensable de la economía digital.
