El Ayuntamiento de Las Rozas, bajo la dirección de Jaime Santamarta, concejal de Medio Ambiente, abrirá el próximo 15 de agosto un segundo periodo de solicitudes para el tratamiento contra la procesionaria del pino. Este espacio de tiempo se extenderá hasta el 10 de septiembre, permitiendo a los propietarios de fincas o parcelas en la localidad proteger sus árboles de esta plaga que afecta particularmente a pinos, abetos y cedros. La intervención química para combatir esta plaga es efectiva únicamente durante los meses de otoño.
Los interesados pueden realizar sus solicitudes a través de la sede electrónica municipal en el portal sede.lasrozas.es. El proceso de inscripción estará disponible hasta agotar los cupos de tratamiento, los cuales se llevarán a cabo en los meses de septiembre, octubre y noviembre.
Para estos tratamientos se utilizarán productos que cumplen con la normativa vigente y no emiten sustancias químicas a la atmósfera, promoviendo así un uso sostenible y eco-innovador de los fitosanitarios. Este método proporciona una protección efectiva durante dos temporadas de desarrollo larvario, desde noviembre hasta febrero, siempre y cuando las condiciones ambientales sean normales.
Desde la entidad encargada de llevar a cabo los tratamientos, se contactará a los solicitantes para programar una visita previa, con un costo de 10 euros. Esta visita tiene el objetivo de evaluar el estado del arbolado y recabar la información necesaria para determinar el tratamiento adecuado, obteniendo también la autorización del solicitante para el tratamiento de los datos.
Posteriormente, aquellos interesados podrán formalizar el tratamiento, cuyo costo es de 4 euros por árbol con un perímetro base de hasta 20 cm. Por cada incremento adicional de 20 cm en el perímetro del tronco, se sumarán 3 euros, más 10 euros en concepto de desplazamiento, conforme a lo estipulado en la Ordenanza Fiscal nº10. El pago deberá realizarse mediante tarjeta a través de la Carpeta Tributaria del Ayuntamiento de Las Rozas.
La procesionaria del pino manifiesta su presencia con mechones de hojas secas y bolsas de seda colgantes en las copas de los árboles durante el invierno. Esta plaga no solo provoca la caída de hojas, que debilita a los árboles y los hace susceptibles a otras plagas, sino que también presenta riesgos de urticaria y alergias en personas y animales domésticos debido a los pelillos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, causando irritación en la piel, ojos y nariz.