El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a productos provenientes de México y Canadá, y un 10% adicional a ciertas importaciones de China. La medida, argumentada por Trump bajo el pretexto de combatir la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, ha generado controversia inmediata tanto en los países afectados como entre economistas en EE. UU. Estos últimos han advertido que la política arancelaria podría generar un aumento significativo en la inflación, contradiciendo las promesas de Trump de mantener los precios bajo control.
Estados Unidos ha mantenido históricamente estrechas relaciones comerciales con México, Canadá y China, siendo estos países sus principales socios en diversas industrias. En 2021, las importaciones estadounidenses desde estas naciones alcanzaron un valor superior a 1.4 billones de dólares. México, vital proveedor de autos, piezas automovilísticas y productos agrícolas, podría ver un incremento en los precios de estos bienes. Canadá es clave en la exportación de petróleo, gas y maquinaría, mientras que de China predominan productos electrónicos y textiles. Los acuerdos comerciales existentes, como el T-MEC (USMCA), firmado por Trump en 2020, podrían tensarse al reconsiderarse las dinámicas económicas entre estos socios históricos.
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