En un esfuerzo por enriquecer el patrimonio artístico de Madrid, comenzó el 9 de noviembre la construcción de siete fuentes ornamentales inspiradas en las estrellas de la Osa Mayor. Este ambicioso proyecto busca no solo embellecer la ciudad, sino también brindar una nueva perspectiva desde el aire, ya que los chorro de las fuentes ofrecerán un espectáculo visual que remite al emblemático escudo de la Villa de Madrid.
Estas nuevas instalaciones, denominadas Dubhe, Merak, Phecda, Megrez, Alioth, Mizar y Benetnasch, se distribuirán estratégicamente en distritos clave: Latina, Moncloa-Aravaca, Arganzuela, Retiro, Puente de Vallecas, Vicálvaro y San Blas-Canillejas. Cada una llevará el nombre de una de las estrellas de la constelación, recreando así su disposición en el firmamento.
El origen del escudo de Madrid se remonta a la Edad Media y ha sufrido variaciones a lo largo de su historia, pero las siete estrellas bordadas en su diseño se han mantenido firmes como un homenaje a la constelación de la Osa Mayor. La utilización de estas estrellas en el escudo también se encuentra en la bandera de la Comunidad de Madrid, reforzando la identidad visual de la ciudad.
El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, encabezada por Borja Carabante, ha sido el motor detrás de este proyecto. Basado en la cultura del agua tan instaurada en la capital, se espera que estas fuentes refuercen el vínculo entre el entorno urbano y su patrimonio cultural.
La primera fuente en levantarse, Benetnasch, ya está en proceso en el distrito de Latina, cerca de la parada de metro de Colonia Jardín. Junto a ella, las fuentes Mizar, Alioth, Megrez, Dubhe, Phecda y Merak se distribuirán en distintos barrios, desde Casa de Campo en Moncloa-Aravaca hasta Valdebernardo en Vicálvaro, cada una reflejando un punto de la constelación y complementando la forma del “carro” que componen las estrellas.
Diseñadas con una estructura heptagonal, estas fuentes tendrán un diámetro de cinco metros y un distintivo vaso de hormigón blanco por donde fluirá una lámina de agua. Cada fuente llevará inscripto el nombre de la estrella que representa, integrándose por completo en el ambiente urbano circundante para mejorar la calidad ambiental y la experiencia sensorial de los ciudadanos.
Con más de 500 fuentes ornamentales ya instaladas, Madrid se consolida como una de las capitales europeas con mayor riqueza en instalaciones hidráulicas. Esta extensa red no solo aporta valor estético, sino que también juega un papel vital en la regulación del microclima de la ciudad, ayudando a mitigar el calor urbano y enriqueciendo el entorno cotidiano de sus habitantes.