La Vila de Gràcia inauguró ayer sus emblemáticas Fiestas de Gràcia, previstas del 14 al 21 de agosto con la asistencia de tres millones de personas, en medio de un ambiente tenso. A pesar de las más de 900 actividades programadas y 23 calles decoradas, la ausencia de numerosas actividades culturales ha generado protestas de las ‘colles’ locales. El pregón inaugural en la Plaza de la Vila se inició con 30 minutos de retraso debido a las manifestaciones que cuestionaron la gentrificación y la presión turística del barrio. La controversia surgió cuando el consejo del distrito prohibió los ‘correfocs’, tras disputas internas con la Coordinadora de Colles de Cultura de Gràcia. La edición de este año carecerá de eventos destacados como las madrugadas de fuego y ‘cercaviles’, restringiéndose a las dos diadas castelleras y la invitada de ‘gegants’.
Leer noticia completa en El Pais.