La financiación autonómica en España sigue enfrentando grandes desafíos, especialmente en la Comunitat Valenciana, donde el actual sistema es visto como injusto y disfuncional. Durante años, la Generalitat Valenciana ha buscado una reforma que permita disponer de recursos suficientes para prestar servicios públicos esenciales, considerando su actual infrafinanciación como un tema estructural que afecta el autogobierno. Mientras Cataluña ha realizado reformas favorables a su situación, la Comunitat Valenciana propone un sistema basado en equidad y suficiencia financiera. Sin embargo, estas propuestas han sido devaluadas por la creciente demanda de singularidad financiera por parte de Cataluña, lo que ha dificultado una solución consensuada.
El gasto público por habitante en la Comunitat Valenciana es significativamente más bajo en comparación con otras regiones, lo que agrava las tensiones presupuestarias, especialmente sin recibir el Fondo de Liquidez Autonómico extraordinario. Aunque suele confundirse la baja inversión estatal con problemas de financiación autonómica, se necesita abordar ambas cuestiones por separado para lograr un sistema más justo. Con el Parlamento valenciano buscando reformas urgentes en la LOFCA, se reafirma que la reforma de financiación no es un simple deseo político, sino una necesidad crítica para asegurar el autogobierno y la igualdad territorial que promueve la Constitución Española.
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