Los veterinarios advierten que las palabras que usamos diariamente pueden tener un impacto significativo en el comportamiento de nuestros perros, llegando incluso a generar confusión, estrés o miedo. Este fenómeno ocurre porque las mascotas interpretan ciertas frases de manera diferente a los humanos, lo que puede desencadenar reacciones no esperadas en ellos. Comprender esta diferencia en la percepción es fundamental para fortalecer el vínculo con nuestras mascotas y evitar malentendidos que podrían perjudicar su bienestar emocional. Así, adaptar nuestra forma de comunicarnos con los perros es un paso clave para mejorar la convivencia y asegurar un ambiente emocionalmente saludable para ellos.
Un caso reciente que ilustra esta situación se dio a conocer en la red social TikTok, donde el usuario @jorgebolacomico compartió cómo su perrita reacciona efusivamente ante la mención de palabras como «calle», «regalito» y «quieres». Estas palabras, que para nosotros pueden parecer inofensivas, alteran significativamente el comportamiento de su mascota. La viralidad del vídeo, que superó las 25 millones de visualizaciones, ha llevado a que numerosos usuarios compartan experiencias similares señalando más palabras «prohibidas» como «pelota» y «parque». Este fenómeno resalta la importancia de elegir con cuidado el lenguaje que empleamos con nuestros perros, pues modificar el vocabulario y ser conscientes del impacto de las palabras puede mejorar notablemente la calidad de la convivencia entre humanos y animales.
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