En un nuevo giro del caso que sacude el fútbol español, se ha solicitado a varios entrenadores que aclaren si han recibido informes técnicos del hijo de José María Enríquez Negreira, exnúmero dos de la Comisión Técnica de Árbitros. Las investigaciones se centran en determinar si dichos informes pudieron influir en decisiones dentro del ámbito deportivo. La presión sobre los entrenadores aumenta, ya que se busca esclarecer cualquier posible irregularidad en la relación que pudiera haber existido entre su cuerpo técnico y el entorno de los árbitros.
El caso ha generado un intenso debate en el mundo del fútbol, poniendo en duda la transparencia y la ética dentro del deporte. Mientras las autoridades correspondientes continúan con sus indagaciones, se espera que los entrenadores implicados ofrezcan explicaciones detalladas sobre la recepción de estos informes y su posible impacto en sus decisiones deportivas. Este escándalo subraya la necesidad de reforzar los mecanismos de control y supervisión en las interacciones entre los equipos y los árbitros.
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