El Fútbol Club Barcelona está evaluando la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y no descarta acudir a la justicia ordinaria, con el objetivo de defender sus intereses en un asunto que considera vital para la institución. Esta estrategia legal se enmarca en una serie de decisiones controvertidas y sanciones que el club estima injustas y que afectan no solo al ámbito deportivo, sino también a su reputación y estabilidad institucional. La directiva del Barça sostiene que es imperativo agotar todas las vías legales posibles para asegurarse de que se respeten sus derechos y, en consecuencia, los de sus aficionados.
La decisión de recurrir a instancias superiores llega en un momento crucial para el club catalán, que sigue navegando por aguas turbulentas en su intento por mantener su competitividad en el fútbol de élite. Fuentes cercanas a la directiva apuntan que esta medida no es solo un gesto de resistencia, sino una declaración de principios que busca reafirmar el compromiso del club con la justicia y la transparencia. A medida que avanza el proceso, la atención se centra en cómo estas acciones legales podrían impactar no solo en el Barça, sino también en el contexto del fútbol español y sus instituciones reguladoras.
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