En 2024, la situación del mercado inmobiliario en España se ha vuelto cada vez más insostenible para muchas familias, con un aumento de los precios de la vivienda del 4,4% en comparación con el inicio del año, según datos de Tinsa, una de las principales sociedades tasadoras del país. Esta escalada de precios ha llevado a que 26 provincias y 38 capitales superen el 30% de gasto en hipotecas respecto a los ingresos familiares, el umbral considerado asequible por la ley estatal de vivienda. El cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo, con bajadas de tipos que han abaratado las hipotecas, ha reavivado la demanda del mercado, superando las 537,000 transacciones entre enero y octubre. Sin embargo, el esfuerzo económico que deben realizar las familias no deja de aumentar, alcanzando una media del 35,5% al cierre del año, con Baleares posicionándose como la provincia más inaccesible.
Por otro lado, la vivienda nueva, objeto de deseo en medio de la crisis de accesibilidad, ha experimentado un incremento de precios del 5,5%, superando los 3,000 euros por metro cuadrado en promedio. Este fenómeno se debe, en parte, a la insuficiente construcción de nuevas viviendas, que no ha logrado satisfacer la demanda del mercado. En territorios como Baleares, Madrid y Cataluña, los aumentos han sido aún más pronunciados, con precios que ya superan los 4,000 euros por metro cuadrado en algunas áreas. Los expertos anticipan que estos costos seguirán en aumento en el primer trimestre de 2025, una tendencia que augura dificultades persistentes para quienes buscan una vivienda en el marco de un mercado cada vez más restrictivo y competitivo.
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