En una tarde cargada de emociones y simbolismo, Enrique Ponce se despidió del público en la Plaza de Toros de la Misericordia en Zaragoza durante la Feria del Pilar. El matador valenciano, con 34 temporadas y casi 2,200 festejos en su haber, se retiró de los ruedos en un evento memorable donde compartió cartel con Emilio de Justo y Jorge Isiegas, este último en sustitución del lesionado Tristán Barroso. Ponce, ataviado en verde y oro, no solamente deleitó a los aficionados con su maestría, sino que también cerró su trayectoria en Zaragoza saliendo por la puerta grande, un honor que logró tras cortar dos orejas en una faena que dejó al público rugiendo de emoción. Emilio de Justo y Jorge Isiegas también brillaron, cortando dos apéndices cada uno, consolidando una tarde de éxito compartido.
El evento no estuvo exento de momentos únicos e históricas coincidencias. Carlota, una joven estudiante de veterinaria, se convirtió en la primera alguacililla de la plaza al ser la encargada de entregar las orejas a Ponce. Además, el torero dedicó su primera faena al doctor Carlos Val-Carreres, quien había sido recientemente reconocido como Hijo Predilecto de Zaragoza por su destacada labor en la cirugía taurina. La jornada también fue propicia para homenajes y reconocimientos, como los obsequios entregados por la Diputación Provincial de Zaragoza y el empresario Carlos Zúñiga en honor a la trayectoria del maestro. Para Ponce, que lleva la tauromaquia en el ADN como una forma de arte milenaria, esta despedida subraya el respeto y la pasión de quienes lo han seguido por décadas en los ruedos de España e Hispanoamérica.
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