El ala-pívot italiano y exjugador del Baskonia, fue sometido a un trasplante de médula ósea a finales de septiembre. Este procedimiento, crucial para su recuperación, derivó en complicaciones, dejando al deportista en un estado crítico. Tras la intervención, sufrió un trombo que lo mantuvo en coma durante diez días, situación que generó gran preocupación en el entorno deportivo y entre sus seguidores. La noticia ha sacudido el mundo del baloncesto, provocando muestras de apoyo y solidaridad desde distintos rincones.
Actualmente, el jugador se encuentra en un delicado proceso de recuperación, rodeado del cuidado médico necesario para superar este desafiante episodio. Su caso resalta los riesgos asociados a procedimientos médicos complejos y el impacto que pueden tener en la vida de los atletas. La familia del jugador y el club han agradecido las muestras de cariño y apoyo recibidas durante estos días difíciles, mientras esperan que se restablezca completamente y retome su vida con normalidad.
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