La Universidad de Pensilvania anunció la prohibición de participación de mujeres trans en deportes femeninos, siguiendo un acuerdo con el Departamento de Educación bajo la administración de Trump. Esta decisión responde a demandas del caso de la nadadora trans Lia Thomas, quien había hecho historia al ganar un título de la División I. El acuerdo obliga a la universidad a restituir los registros y victorias a las atletas que compitieron contra Thomas y escribir una carta de disculpa a estas deportistas. Aunque se desconocen las implicaciones para las medallas de Thomas, el pacto busca evitar conflictos mayores tras las investigaciones por supuestas violaciones al Título IX.
El decreto firmado por Trump en febrero y las posteriores investigaciones del Departamento de Educación llevaron a una revisión estricta de las políticas universitarias sobre participación de atletas trans. La Secretaría de Educación, liderada por Linda McMahon, celebró la decisión como un triunfo para las mujeres en el deporte. UPenn, que seguía políticas de la NCAA y la Ivy League, se ve ahora obligada a adoptar definiciones basadas en la biología, en línea con el enfoque de género binario promovido por la actual administración. La amenaza de suspensión de fondos federales por valor de 175 millones de dólares jugó un papel clave en esta resolución.
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