El fuego ha arrasado aproximadamente 700 hectáreas en el municipio lucense de Pantón, mientras que otras 200 hectáreas han sido consumidas en O Bolo. Los incendios, que comenzaron a principios de semana, han movilizado a brigadas de extinción, bomberos y medios aéreos en un esfuerzo conjunto para contener las llamas. Las autoridades han declarado la situación como crítica, dado el rápido avance del fuego impulsado por las altas temperaturas y el viento intenso.
Las comunidades afectadas han enfrentado evacuaciones y cortes de carreteras, y las autoridades locales instan a la población a extremar las precauciones. La Xunta de Galicia ha activado el Plan Especial de Emergencias para eventos de esta magnitud, coordinando esfuerzos para proteger a la población y las áreas naturales amenazadas. Mientras tanto, se investigan las causas del incendio, con sospechas de que podría haber sido originado de manera intencionada.
Leer noticia completa en El Mundo.