En la frontera gallega con Portugal, las autoridades y bomberos siguen en alerta debido al incendio que se ha propagado desde la zona de Ponte da Barca, al norte. Este incendio, uno de los más preocupantes de la temporada, mantiene a equipos de emergencia de ambos países trabajando de manera conjunta para intentar controlar las llamas que amenazan a la fauna y flora local. Las condiciones climáticas adversas, como el calor intenso y el viento, complican las labores de extinción, poniendo en peligro a comunidades cercanas que ya han sido advertidas sobre posibles evacuaciones.
El fuego ha generado una densa nube de humo visible a kilómetros de distancia, afectando la calidad del aire en las áreas circundantes. Los esfuerzos se centran también en proteger zonas habitadas y minimizar el impacto ambiental. Mientras se intenta esclarecer el origen del incendio, las autoridades han implementado restricciones de acceso y han instado a la población a seguir las recomendaciones de seguridad. Este incidente subraya la vulnerabilidad de la región ante incendios forestales, especialmente en épocas de altas temperaturas y sequías prolongadas.
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