La Unión Europea (UE) y China han inaugurado un nuevo mecanismo de comunicación transfronteriza de flujos de datos, marcando un avance significativo en la cooperación digital entre ambas regiones. Este importante proyecto, lanzado el 27 de agosto, es consecuencia de acuerdos políticos previos y está diseñado para abordar las crecientes preocupaciones de las empresas europeas que operan en China.
El mecanismo se deriva de los acuerdos alcanzados en 2023 durante reuniones de alto nivel entre funcionarios de la UE y China. Destacan los diálogos entre la vicepresidenta Jourová y el vicepresidente Zhang Guoqing en el marco del Diálogo Digital de Alto Nivel UE-China, así como el encuentro entre el vicepresidente ejecutivo Dombrovskis y el viceprimer ministro He Lifeng en el Diálogo de Alto Nivel UE-China sobre Economía y Comercio.
El objetivo central de esta iniciativa es facilitar las transferencias transfronterizas de datos no personales para las empresas europeas, asegurando que estas operaciones cumplan con la estricta legislación china en materia de datos. La cooperación digital entre ambas potencias es vista como crucial para el comercio internacional, la inversión extranjera directa y sectores estratégicos como las finanzas, seguros, farmacéutica, automoción y tecnologías de la información y comunicación (TIC), además de las actividades de investigación y desarrollo.
Las empresas europeas que operan en China han manifestado, en los últimos años, diversas preocupaciones. Han encontrado serias dificultades para exportar datos desde China, sumadas a la incertidumbre asociada con la implementación sistemática de autorizaciones de seguridad para la exportación de «datos importantes». Además, la falta de claridad en la definición de qué constituye «datos importantes» ha aumentado la desconfianza de los inversores europeos en el país asiático.
En cuanto a los próximos pasos, se anticipa un mayor compromiso a nivel de expertos y técnicos, quienes revisarán los avances en futuras reuniones políticas. Este mecanismo de cooperación es la primera estructura de su tipo entre la UE y China, y se considera un hito significativo en las relaciones digitales bilaterales.
La implementación exitosa de este nuevo mecanismo podría facilitar sustancialmente el comercio y la inversión entre la UE y China, especialmente en sectores donde los flujos de datos transfronterizos son fundamentales. Con este paso, ambas regiones refuerzan su colaboración y establecen un precedente importante para futuras iniciativas digitales conjuntas.