Un año después de que la DANA devastara la Comunidad Valenciana y partes de Castilla-La Mancha y Andalucía, la región sigue enfrentando las secuelas de la tragedia. La Unión Europea ha intervenido con un paquete de ayudas de 1.600 millones de euros, que incluye 945 millones del Fondo de Solidaridad y 645 millones del nuevo mecanismo Restore, diseñado para facilitar la reconstrucción. Este apoyo financiero busca que eventos como el del 29 de octubre de 2024 no se repitan. Sin embargo, el Gobierno español, pese a la urgencia de los plazos, ha enfrentado dificultades para documentar adecuadamente las necesidades de las zonas afectadas, lo que ha generado un retraso en el acceso a estas ayudas.
Bruselas ha enfatizado la importancia de adoptar un enfoque proactivo en la gestión de crisis, promoviendo medidas como una evaluación de riesgos y protocolos de respuesta ante emergencias. En este sentido, la UE ha respaldado el plan español de prevención de inundaciones y ha propuesto un nuevo reglamento para fortalecer la cooperación en emergencias sanitarias y naturales. Las iniciativas incluyen la creación de un fondo de 11.000 millones de euros para mejorar la preparación ante emergencias. Con ello, la Unión busca garantizar que los Estados miembros estén mejor equipados para afrontar futuros desastres, reconociendo que la preparación ante catástrofes es una prioridad urgente en el contexto europeo actual.
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