En Madrid, la mañana de hoy ha estado marcada por una concentración frente a la Oficina de la Unión Europea, donde activistas y miembros de diversas organizaciones han exigido, con firmeza y determinación, que los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea rompan sus vínculos comerciales con Israel. La cita fue organizada por Global Sumud Flotilla y contó con la presencia de la Confederación General del Trabajo (CGT), junto a otras 54 entidades, que respaldan la petición formalizada en una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen.
La carta, cuya fecha es de hoy en Bruselas, incide en la necesidad urgente de reconsiderar el Acuerdo de Asociación UE-Israel. Se apela a la responsabilidad política y moral de la Comisión para respaldar la suspensión parcial del acuerdo, recomendada por la Alta Representante de la UE para asuntos exteriores, Kaja Kallas.
El epicentro del debate radica en la reunión que llevan a cabo hoy los ministros de exteriores de la UE en Luxemburgo, donde se discute esta medida de hondo calado político. Según la carta, la suspensión afectaría al 37 % del comercio entre la UE e Israel, permitiendo así la aplicación de aranceles ordinarios a las importaciones israelíes, lo que representaría alrededor de 227 millones de euros anuales. Esto se presenta como una presión económica proporcionada frente a las graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario que pesan sobre Israel.
El argumento central de los firmantes se basa en la cláusula humanitaria del artículo 2 del acuerdo, que subraya la obligación de respetar los derechos humanos y los principios democráticos. La misiva recuerda que la UE es el principal socio comercial de Israel, y mantener estos privilegios en las actuales circunstancias se interpreta como una complicidad institucional que Europa no puede permitirse.
La concentración y la carta entregada son un nuevo acto dentro de la creciente presión sobre Bruselas para alinear sus políticas comerciales con sus valores fundacionales de derechos humanos. Los firmantes evocan el «Nunca más» europeo ante las tragedias históricas, instando a no financiar la impunidad de un régimen que, argumentan, comete violaciones sistemáticas del derecho internacional.
A medida que las deliberaciones avanzan en Luxemburgo, los ojos del continente están puestos en si la UE se mantendrá fiel a sus principios o si mirará hacia otro lado, como señala la carta entregada hoy.
Fuente: CGT