La Unión Europea ha decidido respaldar el acuerdo alcanzado recientemente entre Estados Unidos y China para suavizar las restricciones a la exportación de tierras raras y tecnología desde China, lo que amenaza con afectar las cadenas globales de producción. La Comisión Europea anunció la bienvenida a la suspensión temporal de los controles de exportación por parte de China, aunque aún persiste la tensión por el conflicto con la empresa de semiconductores Nexperia, vital para la industria automovilística. Este pacto refleja la reciente negociación entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump en Corea, donde se logró una prórroga de 12 meses sobre las restricciones, aliviando parcialmente las preocupaciones en Bruselas.
La disputa no solo se centra en las tierras raras, sino también en la empresa Nexperia, intervenida por el gobierno holandés, lo que ha generado fricciones entre China y Europa. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, criticó las prácticas comerciales de China, destacando la necesidad de una respuesta firme ante la falta de independencia económica. Sin embargo, la UE enfrenta dificultades para encontrar una solución a largo plazo que equilibre la protección de sus industrias con la necesidad de mantener relaciones comerciales favorables. La situación es precaria, mientras las cadenas de suministro de sectores clave, como el automovilístico, enfrentan amenazas de interrupciones significativas.
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