En la reciente cumbre de la Unión Europea, los líderes de los Estados miembros se reunieron para discutir medidas urgentes destinadas a incrementar las devoluciones de migrantes y explorar la posibilidad de establecer centros de deportación en países no pertenecientes a la UE. Este enfoque, que había sido descartado hace algunos años por posibles conflictos con las leyes comunitarias e internacionales, vuelve a ganar fuerza ante la necesidad de una acción decidida para gestionar eficientemente los flujos migratorios. El documento final de la cumbre instó a la Comisión Europea a presentar una nueva propuesta legislativa sobre retornos con carácter urgente, utilizando todas las políticas e instrumentos disponibles, incluyendo la diplomacia y el comercio, para facilitar este proceso.
Paralelamente, la cumbre también sirvió de escenario para debatir sobre los desafíos migratorios actuales y el posible rol de un pacto migratorio adoptado recientemente en la mejora de la situación. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó la importancia de seguir explorando la idea de los centros de retorno fuera de la UE y acelerar la implementación del pacto migratorio, siempre manteniendo un equilibrio entre responsabilidad y solidaridad. Adicionalmente, la cumbre destacó la cooperación con países de origen y tránsito para abordar las causas subyacentes de la migración irregular y la necesidad de ofrecer vías seguras para una migración legal. Se hizo énfasis en la importancia de alinear las políticas de visados de los países vecinos y en la revisión de la ya desfasada Directiva de Retorno de 2008, para asegurar una gestión migratoria más eficaz en la región.
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