La Unión Europea ha optado por dar más tiempo a las negociaciones con la administración de Donald Trump, en un intento por evitar la implementación de un arancel del 30% sobre productos europeos que se prevé entre en vigor el 1 de agosto. Mientras el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, continúa las conversaciones, Bruselas ha preparado un paquete de contramedidas por 72.000 millones de euros. Este incluye aranceles recíprocos para productos estratégicos estadounidenses como la industria aeronáutica, automotriz, y agroalimentaria, para equilibrar las condiciones comerciales afectadas por las medidas de Trump.
Entre los productos norteamericanos que podrían sufrir aranceles elevados están frutas, verduras, alimentos preparados, vinos, y bebidas espirituosas. También se menciona el sector industrial, con gravámenes que impactarían al gigante aeronáutico Boeing y al sector del automóvil. La propuesta de Bruselas selecciona cuidadosamente productos que no sólo afectan la economía estadounidense, sino que también ejercen presión política en Estados seguidores del Partido Republicano. La posibilidad de imponer estos aranceles dependerá de la aprobación de los Estados miembros, y si se aprueban, la respuesta europea podría afectar un tercio de las importaciones desde Estados Unidos, comparado con el 70% de afectación de las exportaciones europeas hacia el país norteamericano debido a las medidas de Washington.
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