Moscú se erige como una de las joyas turísticas del mundo, atrayendo a millones de visitantes gracias a su profundo legado histórico y su impresionante modernidad. Esta urbe, fundada en la antigüedad como un paso para los esclavos en el siglo VI, y que vio erigir su primer Kremlin de madera en el siglo XII, ha vivido bajo los dominios de figuras históricas como Iván III el Grande, Iván IV el Terrible, Pedro el Grande, y más recientemente bajo Vladimir Putin.
En un recorrido por la historia, Moscú ha sido testigo de eventos turbulentos, desde las revueltas y el ascenso de los Romanov, hasta las devastadoras Guerras Mundiales y la Revolución Rusa. La resistencia de la ciudad al invasor napoleónico y su férrea oposición durante la Segunda Guerra Mundial son capítulos indelebles de su epopeya.
La Plaza Roja, el corazón palpitante de Moscú, es un monumento de la historia y la arquitectura. Flanqueada por las murallas del Kremlin y el lujoso centro comercial GUM, esta emblemática plaza se engalana con la Catedral de San Basilio, arzón de colorido y de leyendas oscuras como la de su arquitecto cegado por orden de Iván el Terrible. El mausoleo de Lenin yace eternamente vigilado, aunque no exento de controversias sobre el estado de sus restos embalsamados.
Los tesoros de Moscú no se limitan a la Plaza Roja. El Teatro Bolshói, la Armería Estatal, y museos como la Galería Tretiakov y el Museo Pushkin, entre otros, ofrecen ventanas a la riqueza cultural de la ciudad. La Catedral del Cristo Salvador, destruida y reconstruida, simboliza la resiliencia y la revolución artística de Moscú.
El reciente Mundial de Fútbol 2018 sirvió como excusa perfecta para renovar la ciudad, con una inversión colosal que transformó la infraestructura y realzó los flujos turísticos, elevando los números de visitantes a niveles récord. El estadio Luzhniki, epicentro del evento, fue meticulosamente renovado y representa ahora un polo de atracción.
Zaryadye Park, un oasis verde en el centro, simboliza la modernidad y el respeto por la naturaleza. Creado en el espacio que ocupó el gigantesco hotel Rossiya, este parque es obra de célebres arquitectos y paisajistas estadounidenses, reflejando una alianza entre Moscú y Occidente. Esta mezcla de urbanismo salvaje y alta tecnología ofrece también un innovador mirador en forma de bumerán que flota sobre el río Moscova.
El ambicioso proyecto de Moscow City, con sus imponentes rascacielos, muestra la cara dinámica de la Moscú contemporánea y supera en altura y modernidad las «Siete Hermanas de Stalin,» símbolo del poderío soviético.
Moscú, aunque caótica en su tráfico, se presenta como una ciudad segura y silenciosa, con el 42% de su superficie cubierta de zonas verdes. Entre ellas, destaca el histórico parque Kolomenskoye, antiguo lugar de recreo zarista, donde los visitantes pueden revivir la opulencia del pasado imperial.
El subterráneo de Moscú, con su monumental Metro y el histórico Bunker 42, añade una capa adicional a la riqueza de esta ciudad. El “Palacio del Pueblo”, como se conoce al Metro, es un mosaico de lujo arquitectónico, mientras que el Bunker 42 recuerda los días oscuros de la Guerra Fría, ahora transformado en un atractivo museo interactivo.
El festival «Circle of Light» ilumina la ciudad cada otoño, transformando sus icónicos edificios en lienzos de arte lumínico y creando una atmósfera mágica que agrupa a expertos de todo el mundo.
Moscú, con sus múltiples facetas de tradición y vanguardia, continúa siendo un epicentro cultural y turístico global, donde cada rincón narra una historia de poder, resistencia y belleza inextinguible.