A finales de septiembre en Nueva York, Víctor de Currea-Lugo, conocido en Colombia por haber renunciado a su designación como embajador en Emiratos Árabes Unidos tras acusaciones de acoso sexual, se vio acompañando al presidente Gustavo Petro y al músico Roger Waters en un evento público. La aparición de De Currea-Lugo junto al presidente ha llamado la atención, dado su controvertido pasado y la polémica en la que estuvo involucrado tras las acusaciones de antiguas estudiantes universitarias. Durante el acto, tradujo un mensaje desafiante del mandatario hacia los militares norteamericanos, lo que le costó a Petro su visa a Estados Unidos, hecho que De Currea-Lugo comentó con la frase «Gaza bien vale una visa».
Desde entonces, De Currea-Lugo se ha consolidado como una figura clave en el gobierno de Petro. Ha estado presente en diversas negociaciones, desde diálogos con grupos paramilitares hasta protestas en Bogotá, y sigue formando parte activa de actividades presidenciales como votaciones y discursos. Actualmente, está incluido en la comitiva del presidente en su viaje a Arabia Saudita, lo que evidencia su creciente protagonismo en la administración actual. Su participación en estos asuntos es vista como una señal de su influencia en las decisiones gubernamentales, a pesar de las controversias previas que marcaron su carrera.
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