Lilith Verstrynge, exnúmero tres de Podemos, ha dado a conocer las razones que la llevaron a dimitir de sus cargos en enero de 2024, atribuyendo su decisión a un «paulatino desencanto» con la trayectoria del partido. Según su relato, a partir de 2020, la dinámica interna en Podemos se volvió preocupantemente tóxica, con un aumento de la «paranoia» y un escaso debate orgánico. Verstrynge sostiene que la formación dejó de conectar con la ciudadanía, enfocándose en amenazas hacia el gobierno de Pedro Sánchez en lugar de proponer alternativas concretas. En un artículo publicado en la revista Equator, recuerda su trayectoria en el partido, desde sus inicios como asesora en Bruselas hasta su salida del Congreso.
La exdirigente también reflexiona sobre la evolución de Podemos, que, aunque logró transformar el bipartidismo español, ha enfrentado una falta de innovación organizativa. Verstrynge admite haber perdido la ilusión en la política y señala que, tras una serie de derrotas electorales y una percepción de que el partido estaba «desmoronándose», se sintió cada vez más alejada de sus principios fundacionales. A lo largo de su análisis, destaca cómo figuras como Pablo Iglesias continuaron teniendo un papel influyente incluso después de su renuncia formal, sugiriendo que la organización podría haber tenido un liderazgo más efectivo. Ahora, con su crítica y autocrítica, Verstrynge busca dejar un legado a futuras generaciones de actores políticos.
Leer noticia completa en 20minutos.


