La fiebre de la Inteligencia Artificial ha dado lugar a las llamadas «fábricas de IA», centros de datos diseñados para ejecutar modelos de inferencia de forma masiva. Pero lo verdaderamente relevante para analistas e inversores es la economía subyacente a este fenómeno.
Un informe reciente de Morgan Stanley revela que NVIDIA se coloca a la cabeza con un margen de beneficio operativo del 77,6 %, gracias a sus sofisticados racks GB200 NVL72. Por otro lado, competidores como Google, Amazon y Huawei también logran beneficios sólidos, mientras que AMD enfrenta pérdidas significativas, con márgenes negativos de hasta el -64 % en sus plataformas más recientes.
Las «fábricas de IA» son centros de datos estandarizados de 100 MW de potencia, concebidos para operar modelos de inferencia a gran escala. Morgan Stanley ha establecido el «100MW AI Factory Model», que considera el consumo eléctrico, los costes de construcción y operativos, y las fórmulas de ingresos basadas en la producción de tokens en los modelos de lenguaje.
NVIDIA, a pesar de la alta inversión inicial de 3,1 millones de dólares por rack, lidera el segmento gracias a la eficiencia de sus GPUs y el ecosistema de software que potencia el rendimiento. Por su parte, Google, Amazon y Huawei también muestran un desempeño positivo, aunque con márgenes más bajos que NVIDIA. No obstante, AMD ha sorprendido con resultados negativos, lo que pone en cuestión su viabilidad en este mercado.
Morgan Stanley concluye que la inferencia de IA ha dejado de ser solo un desafío tecnológico para convertirse en un modelo de negocio rentable y replicable. Las fábricas de IA prometen convertirse en una infraestructura del billón de dólares, planteando preguntas sobre la disponibilidad de energía, la innovación en refrigeración, y la configuración de los ecosistemas de conectividad.
La siguiente gran batalla no se librará solo entre chips, sino también entre ecosistemas de conectividad. Mientras NVIDIA avanza con NVLink, AMD impulsa UALink y otras compañías consideran Ethernet como una alternativa viable. El desarrollo de estas tecnologías determinará el futuro del ecosistema de IA.
En conclusión, la carrera por la inteligencia artificial presenta diferencias notables en rentabilidad, con NVIDIA y Google liderando con márgenes cercanos al 80 %, mientras AMD enfrenta dificultades. La inferencia de IA no es solo cuestión de tecnología avanzada, sino de una economía precisa y escalable que apunta a márgenes de beneficio sin precedentes para quienes puedan dominar tanto la ecuación tecnológica como financiera.
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