El gobierno español ha llegado a un acuerdo crucial con Junts para asegurar la revalorización de las pensiones, entre ellas las de viudedad que experimentarán un aumento del 2,8% en 2025. Esta decisión pondrá fin a la incertidumbre que pendía sobre el incremento tras la oposición del Congreso al decreto ley ómnibus, propuesto por el presidente Pedro Sánchez. A partir de enero, más de dos millones de beneficiarios, principalmente mujeres, ya comenzaron a notar este incremento en sus pensiones, situándose en 931,53 euros mensuales. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha anunciado una inversión significativa de 2.190,6 millones de euros para estas prestaciones, como parte de los 13.432 millones destinados a cubrir a 9,32 millones de pensionistas en total, quienes reciben diferentes tipos de subsidios.
Pese a este incremento beneficioso, la Seguridad Social estipula condiciones estrictas para mantener el derecho a percibir la pensión de viudedad. Los beneficiarios corren el riesgo de perder la pensión en casos de contraer un nuevo matrimonio o formar una nueva pareja de hecho, a menos que puedan probar que fueron víctimas de violencia de género o que cumplen con ciertos requisitos de edad y discapacidad. Además, el beneficio se puede retirar por razones como una condena penal ligada a la muerte del causante o si se demuestra que no ocurrió el fallecimiento del trabajador desaparecido. Para obtener este tipo de pensión, es necesario que el difunto haya cotizado lo suficiente y que sugiere una relación matrimonial o de pareja de hecho con el beneficiario, o cumplir con ciertas condiciones específicas en caso de divorcio previo.
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