En España, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en una preocupación crucial para muchos ciudadanos, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde los alquileres han alcanzado cifras prohibitivas. Los precios del mercado inmobiliario, con un incremento del 10,2% en 2024, han forzado a inquilinos y propietarios a buscar soluciones innovadoras para adaptarse. Una consecuencia de esta situación es el auge del alquiler por habitaciones, una modalidad que permite compartir los gastos entre varios inquilinos, aliviando significativamente la carga económica. Esta tendencia está convirtiendo barrios de rentas bajas o medias en el hogar de jóvenes profesionales, estudiantes y trabajadores que buscan residir en núcleos urbanos sin sacrificar su estabilidad financiera.
Por otro lado, el alquiler por habitaciones no solo representa una solución económica para los inquilinos, sino que también resulta atractivo para los propietarios al ofrecer una rentabilidad media del 9,3%, superior al 6,1% del alquiler tradicional. A pesar de las concesiones en privacidad, esta modalidad está cada vez más integrada en el mercado debido a los cambios en los estilos de vida, como el teletrabajo y la necesidad de aprovechar las oportunidades laborales y educativas de las grandes ciudades. Con la inflación y los salarios estancados, se prevé que este tipo de alquiler siga en auge, planteándose como una alternativa viable y rentable en un mercado inmobiliario complejo, influyendo en la manera en que se concibe la vivienda en España.
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