La innovación en el tratamiento de la atrofia vaginal ha dado un paso significativo con la utilización del láser CO₂ ginecológico. Este método se ha convertido en una opción viable para las mujeres que sufren de sequedad vaginal y otras molestias, especialmente aquellas que no han encontrado alivio en los tratamientos convencionales, según explica Juan Céspedes, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa.
Una de las pacientes, afectada por el síndrome genitourinario de la menopausia, relata cómo la sequedad y la atrofia vaginal le impedían mantener relaciones sexuales normales con su pareja. «Sufría dolor pélvico, sequedad vaginal, relaciones dolorosas y picores, lo que hacía difícil la vida cotidiana», comenta. Este testimonio subraya la importancia y la necesidad de encontrar soluciones eficaces para mejorar la calidad de vida de muchas mujeres.
Ante la falta de éxito con tratamientos previos como cremas con estrógenos e hidratantes, la paciente decidió probar con el láser CO₂ ginecológico. «Este tratamiento permite fortalecer los músculos alrededor de la vejiga, la vagina, el periné y el recto, a través de microquemaduras en la mucosa vaginal que son prácticamente imperceptibles para la paciente. Estas microquemaduras obligan a la mucosa a regenerarse y a hipertrofiarse, volviéndose más gruesa y mejorando el flujo vaginal», afirma Céspedes.
El procedimiento, que se realiza en consulta y requiere al menos tres sesiones, empieza con la aplicación de una crema anestésica 30 minutos antes del tratamiento para evitar cualquier molestia. Luego, se coloca una guía en la entrada de la vagina e introduce el aplicador láser, un pequeño tubo que no causa incomodidad. Las microquemaduras se completan en 15 a 20 minutos, permitiendo que la paciente vuelva a sus actividades normales inmediatamente después.
Además de mejorar la atrofia vaginal, el láser CO₂ ginecológico se utiliza para tratar la incontinencia urinaria leve y los síntomas derivados del prolapso de órganos pélvicos. También se emplea para realizar exéresis de condilomas, pequeñas verrugas en la zona vulvar, y para ninfoplastias, la corrección de los labios menores en pacientes que los tienen muy grandes.
Los resultados han sido notables. «Desde la primera sesión noté una gran mejoría y con el tiempo sigo experimentando avances positivos», indica la paciente, añadiendo que después de completar las tres sesiones, «no tengo picores ni molestias vaginales, las relaciones son indoloras y mi calidad de vida ha mejorado mucho». Su testimonio concluye con una recomendación sin reservas para otras mujeres que pudieran estar considerando este tratamiento.
Este avance destaca cómo la tecnología médica continúa evolucionando para ofrecer soluciones innovadoras y efectivas para mejorar la calidad de vida de las mujeres durante la menopausia. El tratamiento con láser CO₂ ginecológico en Policlínica Gipuzkoa marca un hito importante en el cuidado de la salud femenina.