La inversión pública, aunque solo representa un 10% del total del stock de inversión, ha jugado un papel crucial en la recuperación económica al nivel de 2019. Esta subida en la inversión del sector público ha permitido impulsar diversos sectores productivos, que a su vez han dinamizado la economía y mejorado los indicadores financieros generales. Este aumento significativo en la inversión pública ha sido esencial para paliar los efectos de la contracción económica y ha sentado bases sólidas para un crecimiento más estable en el futuro inmediato.
La estrategia de aumentar la inversión pública se ha traducido en diversos proyectos de infraestructura y mejoras en servicios públicos, que no solo han generado empleos, sino también han incentivado la participación del sector privado. Este efecto multiplicador ha sido fundamental para equilibrar el impacto post-pandémico, proporcionando un marco de confianza para futuras inversiones. A pesar de representar una fracción menor del total de inversión, la efectividad de la inversión pública ha sido vital para reactivar la economía y sostener un crecimiento sostenido tras años de incertidumbre.
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