La izquierda, enfrentada a obsesiones y nostalgia contrarrevolucionaria, se ve alejada de la juventud debido a su enfoque en purismos y debates internos. En Francia, la reacción tras la disolución de la Asamblea Nacional por Macron, y la posibilidad de que la extrema derecha tome el poder, ha llevado al surgimiento del Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierdas que busca frenar a la ultraderecha y al neoliberalismo. Este acuerdo, logrado en tiempo récord, propone un programa ambicioso en lo social y ecológico. Sin embargo, la unidad requiere superar desafíos internos y políticos. Mientras, en España, se observa con envidia y reflexión cómo dicha unidad podría ser emulada.
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