Tras 471 días de intensas negociaciones mediadas por Qatar, un alto el fuego ha surgido en la devastada Franja de Gaza, tras un prolongado conflicto. La tregua, que comenzó con ligeros demoras, trae consigo la liberación de tres rehenes israelíes a cambio de 90 prisioneros palestinos. Majed al Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, destaca el papel decisivo que han tenido las administraciones saliente y entrante de Estados Unidos, trabajando conjuntamente desde Doha en comunicación directa con Israel. Este acuerdo, forjado con la participación clave del primer ministro de Qatar, Sheij Mohamed bin Abdulrahman Al Zani, junto con Brett McGurk y Steve Witkoff representando a las administraciones de Biden y Trump respectivamente, enfrenta ahora la compleja tarea de implementación durante una desafiante primera fase de seis semanas.
El escenario tras la tregua presenta desafíos logísticos significativos, reflejados en el intercambio de rehenes y la llegada de ayuda humanitaria. Más de 200 camiones han comenzado a entrar en Gaza, evidenciando el esfuerzo por aliviar la crítica situación humanitaria en el enclave palestino. A pesar del optimismo inicial, la fragilidad del acuerdo está presente, con preocupaciones sobre la posible reanudación de las hostilidades. Sin embargo, Qatar confía en el respaldo de la comunidad internacional, especialmente en el papel mediador de Egipto y Estados Unidos, para sostener el compromiso de ambas partes. Al Ansari enfatiza que la dedicación del equipo negociador ha sido un componente esencial para alcanzar este acuerdo, que ahora busca convertirse en un catalizador de esperanza para la región, a pesar de los enormes retos que enfrenta.
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