La Real Sociedad y el Espanyol protagonizaron un emocionante debut en la liga que culminó en un empate 2-2 en Anoeta. La tarde donostiarra ofreció un clima perfecto para el fútbol, pero el resultado dejó a ambos equipos con sabor agridulce. La Real, bajo la dirección de su nuevo entrenador Sergio Francisco, buscaba regalar una victoria a su afición, pero se encontró con un Espanyol que mostró su eficacia en la primera mitad. Pere Milla y Javi Puado pusieron al Espanyol en ventaja con un 0-2 antes del descanso, dejando a los anfitriones reagrupándose y buscando respuestas.
El segundo tiempo vio a una Real Sociedad decidida a cambiar el rumbo. Barrenetxea redujo distancias al aprovechar un error defensivo del Espanyol, y posteriormente Óskarsson consiguió el empate gracias a una magnífica asistencia de Oyarzabal. El Espanyol, que había dominado inicialmente, reculó al sentir la presión, apostando por conservar el resultado. A pesar de los esfuerzos por parte de ambos equipos para deshacer el empate con cambios estratégicos, el marcador no se movió más y ambos conjuntos se retiraron con la sensación de haber dejado escapar una victoria que en algún momento pareció al alcance de sus manos.
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