Un informe reciente advierte sobre serias violaciones a la privacidad vinculadas a la publicidad en línea, especialmente a través del sistema de pujas en tiempo real, conocido como «real-time bidding» (RTB). Este mecanismo permite que anunciantes compitan por colocar anuncios mientras se exponen datos personales de millones de usuarios, creando una industria lucrativa pero potencialmente peligrosa.
El funcionamiento de RTB implica que cada vez que un usuario accede a un sitio web o aplicación con publicidad, se transmite una cantidad considerable de datos personales, que pueden incluir desde ubicación y dirección IP hasta preferencias demográficas. Estos datos forman lo que se conoce como un «bidstream», al cual pueden acceder miles de empresas, convirtiéndose en un mercado atractivo para los corredores de datos.
Ejemplos alarmantes destacan la capacidad de obtener información sensible con facilidad. Recientemente, un grupo católico fue capaz de adquirir datos de ubicación de usuarios de aplicaciones de citas en un intento por exponer a sacerdotes homosexuales. También se han registrado casos donde corredores vendieron datos de individuos que participaron en manifestaciones políticas.
El escándalo no se limita al sector privado, ya que estrategias como RTB también han sido aprovechadas por gobiernos para vigilar a ciudadanos, lo cual plantea serios riesgos para la seguridad nacional. Expertos destacan la posibilidad de que estos datos sean explotados por entidades no estatales o países extranjeros.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) ha tomado medidas, como las acciones legales contra Mobilewalla, un conocido corredor de datos. La FTC acusa a la empresa de recolectar información personal, incluida la ubicación precisa, de las pujas de RTB sin realmente publicar anuncios, violando así normativas de protección al consumidor.
Para los usuarios preocupados por su privacidad, existen medidas paliativas como deshabilitar identificadores publicitarios móviles o utilizar bloqueadores de rastreo como Privacy Badger. Sin embargo, la solución más prometida podría ser la prohibición de la publicidad conductual, eliminando el incentivo para que empresas rastreen y difundan datos personales.
En un escenario donde la recopilación de datos se ha naturalizado, la demanda por regulaciones más estrictas y la protección de la privacidad se torna urgente. Cambios significativos en la regulación de la publicidad digital son necesarios para salvaguardar a los consumidores y mitigar los riesgos asociados a la explotación de datos personales.