España enfrenta la primera ola de calor del verano, un episodio tempranamente intenso según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). De las 75 olas registradas desde 1975, solo 11 comenzaron en junio, haciendo de este un fenómeno excepcional. Se espera que las temperaturas máximas superen los 40 grados Celsius, especialmente en el suroeste y en el valle del Ebro, con el domingo 29 y el lunes 30 como los días más críticos. Este calor extremo, que se prolongará hasta al menos el 2 de julio, ha activado alertas sanitarias en el 77% de los municipios, debido a su impacto en la salud al agravar enfermedades y elevar la mortalidad.
La ola de calor coincide con lo que se prevé como el junio más caluroso desde 1965, un reflejo del impacto del cambio climático en la frecuencia e intensidad de estos eventos. El Ministerio de Sanidad ha activado múltiples niveles de riesgo por el elevado número de municipios en alerta, siguiendo datos recientes sobre el incremento de mortalidad con las altas temperaturas. En respuesta, Aemet y Sanidad han emitido recomendaciones para proteger a la población, como mantenerse hidratados y evitar actividades físicas en las horas de mayor calor. La agencia prevé que tras esta ola, las temperaturas seguirán siendo inusualmente altas durante julio.
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