Un fallo significativo en el suministro eléctrico ha provocado el colapso de los túneles ferroviarios, generando serios problemas de ventilación en los tramos subterráneos. Esta situación crítica ha obligado a las autoridades a tomar medidas de emergencia, como escoltar bombas de achique, para mitigar la acumulación de agua en las zonas afectadas. La falta de ventilación adecuada no solo ha complicado las operaciones de evacuación, sino que también ha incrementado los riesgos para el personal de emergencia y los trabajadores en el lugar.
Los equipos de respuesta rápida están trabajando contrarreloj para restablecer el servicio eléctrico y asegurar que los túneles puedan volver a operar con normalidad. Este incidente ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura subterránea ante fallos energéticos, y ha desatado un debate sobre la necesidad de mejorar los sistemas de respaldo y seguridad. Las autoridades han instado a los ciudadanos a evitar las áreas afectadas mientras continúan las operaciones de rescate y reparación.
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