Las autoridades españolas han desmantelado una red de importación irregular de productos provenientes de China, tras una serie de operativos coordinados en distintas ciudades del país. Esta red se dedicaba a traer grandes cantidades de mercancías, incluyendo falsificaciones de marcas reconocidas, eludiendo el pago de aranceles e impuestos correspondientes. El operativo, liderado por la Guardia Civil en colaboración con la Agencia Tributaria, permitió incautar miles de artículos ilegales que estaban destinados a su distribución en el mercado negro. El modus operandi de la organización incluía el uso de documentación falsa y la creación de empresas ficticias para ocultar las transacciones económicas y la procedencia de los productos.
La operación, considerada una de las más importantes de los últimos años en el ámbito de delitos contra la propiedad industrial e intelectual, ha llegado como respuesta a las quejas constantes de las marcas afectadas y de asociaciones de comerciantes que ven amenazado su negocio legítimo. Las investigaciones revelaron que la red contaba con contactos estratégicos tanto en China como en España, lo que les permitía mantener un flujo constante de productos ilegales. Las autoridades han resaltado la importancia de estas acciones para proteger el tejido económico nacional y han advertido sobre la peligrosidad de estos productos, que no pasan por los controles de calidad y seguridad establecidos, representando un riesgo para los consumidores.
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