La economía de México continúa enfrentando desafíos con el aumento sostenido de la informalidad laboral, alcanzando un 54,8% en el segundo trimestre de 2025. Este leve incremento respecto al año anterior refleja las dificultades del mercado laboral en medio de un crecimiento económico tímido. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que 32,6 millones de personas están en la informalidad, particularmente en sectores como el agropecuario y el trabajo doméstico. Regiones como Oaxaca, Chiapas y Guerrero presentan índices alarmantes de hasta 78,5%, mientras que estados del norte registran tasas inferiores al 40%. Según expertos, la falta de inversión en ciertas áreas amplifica estas disparidades, afectando la creación de empleos formales y limitando la recaudación fiscal.
Por otro lado, la dinámica laboral también revela brechas de género significativas, con una participación inferior de las mujeres en el mercado de trabajo formal. A pesar de un crecimiento del 10% en Inversión Extranjera Directa, otros indicadores económicos sugieren debilidades, como la escasa Formación Bruta de Capital Fijo. La pobreza laboral persiste en 35,1%, mientras que las condiciones críticas de ocupación mejoraron levemente. El panorama podría cambiar con la integración de dos millones de trabajadores de plataformas digitales al sistema de seguridad social, gracias a una reciente reforma. Sin embargo, esta medida es solo un alivio temporal y no aborda los problemas estructurales de fondo.
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