El Pleno del Consistorio ha vuelto a ser escenario de fuertes tensiones entre los cuatro grupos políticos que lo conforman. Durante la última sesión, se registraron numerosos enfrentamientos verbales que evidenciaron un clima de hostilidad creciente. Las diferencias ideológicas y la pugna por el control de la agenda política han desembocado en un ambiente confrontacional donde las propuestas suelen ser objeto de debate acalorado. Las acusaciones cruzadas y la falta de consenso han impedido avanzar en temas clave para la gestión local, reflejando una división cada vez más marcada entre los partidos.
Las discusiones se intensificaron especialmente en torno a temas presupuestarios y políticas sociales, donde ningún grupo parecía dispuesto a ceder en sus posiciones. La falta de acuerdos no solo afecta la toma de decisiones, sino que también genera incertidumbre entre la ciudadanía, preocupada por el estancamiento administrativo. Este clima de confrontación amenaza con prolongarse, complicando la implementación de iniciativas necesarias para la comunidad. La sesión concluyó sin avances significativos, dejando en evidencia la necesidad de diálogo y negociación para superar las barreras políticas actuales.
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