El panorama del cloud europeo se enfrenta a una encrucijada crítica: a pesar de un incremento significativo en ingresos, la cuota de mercado de los proveedores locales ha caído notablemente, resaltó Synergy Research Group en su último informe. En el segundo trimestre de 2022, el mercado europeo del cloud alcanzó los 10,4 millardos de euros, una cifra que representa más de cinco veces el volumen registrado en 2017. Sin embargo, la porción correspondiente a los proveedores europeos se desplomó del 27 % al 13 %.
Tres gigantes estadounidenses, AWS, Microsoft Azure y Google Cloud, acaparan el 72 % del mercado en la región, mientras que los proveedores de la Unión Europea se enfrentan a un feroz desafío para mantenerse competitivos en términos de capital y capacidad operativa.
John Dinsdale, analista jefe de Synergy, explica que la industria del cloud es un «juego de escala» que requiere inversiones masivas y consistentes. Cada trimestre, los gigantes estadounidenses destinan más de 4 millardos de euros a operaciones en Europa, un ritmo insostenible para contendientes locales.
Entre los nombres europeos destacados, SAP y Deutsche Telekom apenas alcanzan el 2 % del mercado cada uno. Otros actores como OVHcloud, Telecom Italia y Orange muestran crecimiento, pero no logran cambiar el curso general del mercado, que se inclina hacia los colosos estadounidenses.
Una de las razones de este fenómeno es la dificultad para competir en el sector de PaaS (Plataforma como Servicio), que incluye bases de datos gestionadas, analítica y IoT, áreas en las que los hiperescaladores ofrecen una amplitud de catálogo y madurez inauditas.
Mientras tanto, las compañías europeas continúan aumentando su consumo de nube y su dependencia de los servicios gestionados ofrecidos por las firmas estadounidenses. Sin embargo, existe una clara ventana de oportunidad en el área del edge computing. Las operadoras de telecomunicaciones podrían capitalizar su infraestructura cercana al cliente para ofrecer soluciones de baja latencia y alta seguridad, aunque muchas prefieren alianzas con los hiperescaladores.
La comunidad empresarial y los gobiernos europeos podrían jugar un papel crucial al fomentar el desarrollo de una infraestructura cloud soberana que priorice plataformas abiertas y con gobernanza local. Se sugiere también el desarrollo de PaaS europeos que desafíen a los gigantes globales, junto con el establecimiento de compras públicas que favorezcan la autonomía tecnológica.
En resumen, aunque el mercado cloud europeo sigue expandiéndose, la falta de ambición y una inversión estratégica en PaaS y capacidades de edge podrían continuar limitando su autonomía y fuerza competitiva en un mercado global dominado por Estados Unidos.
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