En el este de Madrid, en San Fernando de Henares, un matadero ilegal ha sido desmantelado por el Seprona de la Guardia Civil. El sitio, disfrazado de una casa de campo, contenía más de 200 cabras y ovejas en condiciones deplorables, en medio de suciedad y restos de animales muertos. La operación, conocida como «Operación Pox», se dirigió contra explotaciones y mataderos ilegales en Ávila, Toledo y Madrid. Las autoridades han detenido a cinco personas e investigan a otras 12 por delitos de salud pública, maltrato animal y blanqueo de capitales. Parte de la carne producida en estos mataderos se distribuyó sin trazabilidad a restaurantes asiáticos en Usera y Fuenlabrada, lo que llevó al cierre de varios establecimientos.
El recinto en San Fernando, junto con otra instalación en Toledo, formaba parte de una red de sacrificio y distribución ilegal de productos cárnicos. Se descubrió que los animales, provenían de explotaciones tanto legales como ilegales, y se sacrificaban sin cumplir normas sanitarias. La operación contó con la colaboración del Ministerio de Agricultura y Europol. Los animales en peor estado fueron sacrificados, mientras que otros destinos potenciales eran santuarios animales. Las actividades de la red incluían la falsificación de documentos y la venta directa a particulares sin ningún control sanitario, lo que resalta la gravedad de la situación en términos de salud pública y bienestar animal.
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