El Parlamento Europeo ha aprobado un ambicioso paquete de medidas destinado a combatir el cambio climático, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60% para el año 2030, en comparación con los niveles de 1990. Esta decisión marca un paso crucial en los esfuerzos de la Unión Europea por posicionarse como líder en acción climática a nivel global, coincidiendo con la creciente presión internacional y el compromiso renovado de algunos de los mayores emisores del mundo. Las medidas incluyen un aumento en el uso de energías renovables, la promoción de la eficiencia energética y el impulso para una transición justa, asegurando que los sectores más afectados reciban apoyo adecuado para adaptarse a las nuevas regulaciones.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó la importancia de esta votación, calificándola como «un hito fundamental para asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones». Sin embargo, las medidas también enfrentan críticas y desafíos, especialmente de sectores industriales preocupados por el impacto económico y de países que dependen en gran medida de las energías fósiles. El acuerdo logrado en el Parlamento es el resultado de intensas negociaciones, reflejando un delicado equilibrio entre las ambiciones ambientales y las consideraciones económicas, subrayando el compromiso de la UE de actuar como un bloque unido ante esta emergencia global.
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